Adrián Arias | La Crónica de Hoy | 25 de enero de 2016.
Por ajuste presupuestal se quedaron 3.5 millones de hogares sin TV digital
El apagón analógico afectó hasta 3.5 millones de hogares en el país que no estaban listos para la transición y que no pueden captar los canales digitales de tv, lo que equivale a entre al 11.1 por ciento de los 31.4 millones de hogares que hay en el país.
La familia Cruz, de la colonia Degollado, en Iztapalapa, no recibió un televisor digital gratuito por parte del gobierno federal debido a que no se encontraban en la lista de beneficiarios de la Sedesol, pese a que dicha zona está considerada como de escasos recursos. “Desde mediados de diciembre no tenemos canales, no se ve nada”, detalla Lourdes Cruz, jefa de familia.
La familia Cruz pertenece al grupo de personas que fueron afectadas por el apagón analógico y que tendrán que integrarse a la digitalización por su cuenta propia, ya sea comprando un decodificador, una tele digital o contratando un servicio de televisión de paga. El gobierno aún no ha revelado la cifra oficial de afectados, pero los analistas ya cuentan con estimaciones que permiten dimensionar la situación.
La consultoría Telconomia estima hasta 2.5 millones de hogares afectados por el apagón. Ello se debe principalmente a la reducción que hubo en el programa de entrega de televisiones digitales, pues inicialmente el gobierno planeaba repartir hasta 13.8 millones de aparatos, pero debido al recorte presupuestal, se entregaron 9.7 millones de teles antes del 31 de diciembre de 2015: “Existe la posibilidad de que en ese ajuste algunos hogares en condición de pobreza quedaran excluidos del programa de entregas”, señaló Jesús Romo, analista de Telconomía.
Después del apagón analógico, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) detalló que las señales digitales llegan a 106 millones de personas, de un total de 120 millones de habitantes que hay en el país. Lo que deja en indefinición a 14 millones de personas que podrían estar repartidas hasta en 3.5 millones de hogares, tomando en cuenta que en cada hogar habitan en promedio hasta 3.9 personas, según estadísticas del INEGI.
“Es imposible pensar que no habrá gente que se quede sin señal. Incluso la tv análoga no llega al 100 por ciento de la población, sino al 94 o 95 por ciento, por lo que hay un 5 por ciento de la población que habría que descontar de entrada”, comentó Alejandro Navarrete, director de la Unidad de Espectro Radioeléctrico del Ifetel. El funcionario detalló que en ningún país en donde se ha realizado un apagón analógico se ha observado un nivel inmediato de penetración de los canales digitales del 100 por ciento de la población.
Por otro lado, hay estimaciones que señalan que el número de afectados asciende hasta 18 millones de personas, según un análisis de la consultoría The Competitive Intelligence Unit (CIU). Así, la consultoría estima que casi el 15 por ciento de la población total del país y una tercera parte de la que vive en pobreza, están privados de su principal medio de acceso a contenidos informativos, culturales, educativos y de entretenimiento, es decir, la televisión.
Recientemente, la subsecretaria de Comunicaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Mónica Aspe, estimó que al momento de realizar el apagón analógico, se habría observado una afectación de entre el 10 y 15 por ciento de la población. La funcionaria detalló que este segmento no corresponde a “los más pobres”, sino a personas que decidieron no prepararse para el apagón.
Después del apagón analógico, la dependencia continuó entregando televisiones a personas que no recogieron los aparatos a tiempo, por lo que el programa contempla en total 10.2 millones de aparatos para los beneficiarios.
“Todo indica que el apagón aquí se perfila para ser uno de los más exitosos a nivel internacional”, opinó Jorge Fernando Negrete, experto en telecomunicaciones y presidente de la Asociación Mexicana del Derecho a la Información (Amedi).
El experto destacó que la penetración de la televisión digital en México podría alcanzar un rango de entre 80 y 85 por ciento de la población, por lo que de confirmarse esta cifra, México también se apegaría a los resultados observados en diversas naciones de Europa. Desde 2008, las señales de televisión digital llegaban al 90 por ciento de la población en Alemania; en Francia al 89 por ciento; en Italia al 85 por ciento y en Inglaterra al 80 por ciento, según un análisis de la Universidad Rey Juan Carlos, de España.
En América Latina no hay referencias comparativas, pues México es el primer país que ha concretado el apagón a nivel nacional. Se espera que a finales de enero, el Ifetel, la SCT y el Inegi revelen los resultados oficiales del apagón analógico en México.
Por otro lado, el Congreso de la Unión aprobó a finales de 2015 una modificación a la reforma de telecomunicaciones, para retrasar el apagón analógico en las estaciones de baja potencia, por lo que un total de 477 estaciones que están en zonas rurales continuarán emitiendo los canales análogos, hasta que se digitalicen en diciembre de 2016.
Del total de esas estaciones, 314 complementarias pertenecen a Televisa y 5 a TV Azteca. Legisladores como el panista Javier Corral han denunciado que esta modificación buscaba beneficiar a las televisoras al evitarles una sanción por no tener listas sus estaciones para la digitalización.
“Es común que la empresa líder en televisión de cada país, sea la que ponga más obstáculos para complicar la digitalización. Esto se ha observado incluso en Europa”, opinó al respecto Negrete. Añadió que al retrasar la digitalización para esas estaciones se observarán ciertas ineficiencias: “El gobierno gastó miles de millones de pesos para entregar teles a los más pobres y habrá entregado televisiones digitales en esas zonas de baja potencia, en donde los aparatos digitales tendrán un uso subdesarrollado, pues serán televisiones digitales captando señales análogas. Eso es lo criticable”, añadió.
Estados Unidos también realizó su apagón analógico en dos fases: Las estaciones de potencia normal apagaron su señal análoga en 2012 y las que emiten señales de baja potencia realizaron el apagón en 2015. La empresa de medición de audiencias Nielsen estimó que el apagón analógico afectó hasta 3 millones de hogares en Estados Unidos, los cuales no estaban listos para la transición.
La familia Cruz, de la colonia Degollado, en Iztapalapa, no recibió un televisor digital gratuito por parte del gobierno federal debido a que no se encontraban en la lista de beneficiarios de la Sedesol, pese a que dicha zona está considerada como de escasos recursos. “Desde mediados de diciembre no tenemos canales, no se ve nada”, detalla Lourdes Cruz, jefa de familia.
La familia Cruz pertenece al grupo de personas que fueron afectadas por el apagón analógico y que tendrán que integrarse a la digitalización por su cuenta propia, ya sea comprando un decodificador, una tele digital o contratando un servicio de televisión de paga. El gobierno aún no ha revelado la cifra oficial de afectados, pero los analistas ya cuentan con estimaciones que permiten dimensionar la situación.
La consultoría Telconomia estima hasta 2.5 millones de hogares afectados por el apagón. Ello se debe principalmente a la reducción que hubo en el programa de entrega de televisiones digitales, pues inicialmente el gobierno planeaba repartir hasta 13.8 millones de aparatos, pero debido al recorte presupuestal, se entregaron 9.7 millones de teles antes del 31 de diciembre de 2015: “Existe la posibilidad de que en ese ajuste algunos hogares en condición de pobreza quedaran excluidos del programa de entregas”, señaló Jesús Romo, analista de Telconomía.
Después del apagón analógico, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) detalló que las señales digitales llegan a 106 millones de personas, de un total de 120 millones de habitantes que hay en el país. Lo que deja en indefinición a 14 millones de personas que podrían estar repartidas hasta en 3.5 millones de hogares, tomando en cuenta que en cada hogar habitan en promedio hasta 3.9 personas, según estadísticas del INEGI.
“Es imposible pensar que no habrá gente que se quede sin señal. Incluso la tv análoga no llega al 100 por ciento de la población, sino al 94 o 95 por ciento, por lo que hay un 5 por ciento de la población que habría que descontar de entrada”, comentó Alejandro Navarrete, director de la Unidad de Espectro Radioeléctrico del Ifetel. El funcionario detalló que en ningún país en donde se ha realizado un apagón analógico se ha observado un nivel inmediato de penetración de los canales digitales del 100 por ciento de la población.
Por otro lado, hay estimaciones que señalan que el número de afectados asciende hasta 18 millones de personas, según un análisis de la consultoría The Competitive Intelligence Unit (CIU). Así, la consultoría estima que casi el 15 por ciento de la población total del país y una tercera parte de la que vive en pobreza, están privados de su principal medio de acceso a contenidos informativos, culturales, educativos y de entretenimiento, es decir, la televisión.
Recientemente, la subsecretaria de Comunicaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Mónica Aspe, estimó que al momento de realizar el apagón analógico, se habría observado una afectación de entre el 10 y 15 por ciento de la población. La funcionaria detalló que este segmento no corresponde a “los más pobres”, sino a personas que decidieron no prepararse para el apagón.
Después del apagón analógico, la dependencia continuó entregando televisiones a personas que no recogieron los aparatos a tiempo, por lo que el programa contempla en total 10.2 millones de aparatos para los beneficiarios.
“Todo indica que el apagón aquí se perfila para ser uno de los más exitosos a nivel internacional”, opinó Jorge Fernando Negrete, experto en telecomunicaciones y presidente de la Asociación Mexicana del Derecho a la Información (Amedi).
El experto destacó que la penetración de la televisión digital en México podría alcanzar un rango de entre 80 y 85 por ciento de la población, por lo que de confirmarse esta cifra, México también se apegaría a los resultados observados en diversas naciones de Europa. Desde 2008, las señales de televisión digital llegaban al 90 por ciento de la población en Alemania; en Francia al 89 por ciento; en Italia al 85 por ciento y en Inglaterra al 80 por ciento, según un análisis de la Universidad Rey Juan Carlos, de España.
En América Latina no hay referencias comparativas, pues México es el primer país que ha concretado el apagón a nivel nacional. Se espera que a finales de enero, el Ifetel, la SCT y el Inegi revelen los resultados oficiales del apagón analógico en México.
Por otro lado, el Congreso de la Unión aprobó a finales de 2015 una modificación a la reforma de telecomunicaciones, para retrasar el apagón analógico en las estaciones de baja potencia, por lo que un total de 477 estaciones que están en zonas rurales continuarán emitiendo los canales análogos, hasta que se digitalicen en diciembre de 2016.
Del total de esas estaciones, 314 complementarias pertenecen a Televisa y 5 a TV Azteca. Legisladores como el panista Javier Corral han denunciado que esta modificación buscaba beneficiar a las televisoras al evitarles una sanción por no tener listas sus estaciones para la digitalización.
“Es común que la empresa líder en televisión de cada país, sea la que ponga más obstáculos para complicar la digitalización. Esto se ha observado incluso en Europa”, opinó al respecto Negrete. Añadió que al retrasar la digitalización para esas estaciones se observarán ciertas ineficiencias: “El gobierno gastó miles de millones de pesos para entregar teles a los más pobres y habrá entregado televisiones digitales en esas zonas de baja potencia, en donde los aparatos digitales tendrán un uso subdesarrollado, pues serán televisiones digitales captando señales análogas. Eso es lo criticable”, añadió.
Estados Unidos también realizó su apagón analógico en dos fases: Las estaciones de potencia normal apagaron su señal análoga en 2012 y las que emiten señales de baja potencia realizaron el apagón en 2015. La empresa de medición de audiencias Nielsen estimó que el apagón analógico afectó hasta 3 millones de hogares en Estados Unidos, los cuales no estaban listos para la transición.
