Donald J. Trump será el presidente 45 de los Estados Unidos de América.
Esta frase tiene inmensas implicaciones para el mundo y para México, quien será uno de los primeros países que deberá lidiar con las consecuencias de su elección. Un reporte de The Economist Intelligence Unit lo resume todo, y como diría Carlos Monsiváis, documenta nuestro “optimismo”:
Mr Trump’s anti-Hispanic and anti-trade rhetoric encompass the two most important issues in the US-Mexico relationship, namely immigration and the North American Free Trade Agreement (NAFTA).
La hostilidad de Donald Trump hacia México y el Tratado de Libre Comercio afectará a toda la economía mexicana y el sector telecomunicaciones no será la excepción. Será después del 20 de enero de 2017, el día de su asunción como Presidente de los Estados Unidos cuando sepamos a lo que se enfrentará el país, pero su cargo tiene capacidad para afectar el desempeño del sector telecomunicaciones nacional.
EL DÓLAR Y LA RED COMPARTIDA
Al 10 de noviembre, el precio del dólar interbancario es de 20.53 pesos cuando a inicios de año el dólar estaba en 17.40 dólares. Han pasado unos días desde la elección de Trump, pero algunos análisis indican que el dólar podría cotizarse hasta 28 pesos o incluso más en los meses venir.
Como consecuencia, el costo de insumos para el sector telecomunicaciones se incrementará rápidamente pues tales insumos se cotizan mayoritariamente en dólares. Como ejemplo, el INEGI reportó que México importó teléfonos celulares por más de 4,700 millones de dólares en 2015. Convertido ese monto a pesos, la cantidad pasó de 81 mil millones de pesos a inicios de año hasta más de 96 mil millones de pesos este noviembre.
Proyectos como la red compartida en la banda de los 700 Mhz, que está por ser asignada y que ya tenía problemas con su modelo de negocio, ahora padecerá más dificultades para financiarse y mantener finanzas sanas en su operación, habida cuenta que los ingresos serán en pesos y virtualmente todos los gastos en infraestructura serán tasados en dólares. Lo anterior sin mencionar el impacto que tendrá un alza de las tasas de interés en Estados Unidos y México, que las autoridades financieras de ambos países ya consideran como medida para contener la inestabilidad política que vendrá en los meses y quizá años por venir gracias a un Trump que ha prometido alterar el sistema de comercio mundial que ha prevalecido en el mundo desde inicios del siglo.
EL MERCADO PUBLICITARIO Y LA CUARTA CADENA DE TV
En los próximos meses el Instituto Federal de Telecomunicaciones licitará 123 concesiones para operar similar número de emisoras de televisión abierta. Esta ronda de licitaciones estaría destinada a promover la entrada en el mercado de pequeños operadores regionales y locales de estaciones televisivas. Pues resulta que también este proyecto quedará vulnerado por la llegada de Trump. Al igual que con el sector de telecomunicaciones, casi todo el equipo requerido para la operación de una estación de televisión se cotiza en dólares americanos: desde las cámaras hasta los sueldos de los talentos extranjeros.
No existen muchos estimados sobre el costo de armar una pequeña estación de televisión en México, pero el National Telecommunications & Information Administration (NTIA) de los Estados Unidos calculó que el costo de la unidad transmisora de señal de video oscila entre 390 mil y 950 mil dólares y el de la torre donde se colocará dicha unidad transmisora puede llegar a 1.8 millones de dólares. Apenas estamos hablando de un par de piezas de equipo, los costos operativos crecerán paulatinamente junto con la cotización del dólar.
Más aún, el retorno de inversión para dichas estaciones depende del crecimiento del mercado publicitario, que dicho sea de paso, se cotiza en pesos mexicanos. Información de la Confederación de la Industria de la Comunicación Mercadotécnica (CICOM) indica que en 2015 la inversión publicitaria en televisión abierta fue de alrededor de 39,300 millones de pesos. Suena mucho, pero según este organismo la inversión se ha contraído en un 41% en la última década.
LAS FUSIONES Y AT&T
No sólo las empresas e iniciativas mexicanas van a tener una vida complicada con Trump en la Casa Blanca. AT&T, la empresa que recientemente compró a Iusacell y la división mexicana de Nextel está en la mira del presidente electo debido a la intención de la empresa de telecomunicaciones por adquirir al conglomerado de medios Time Warner, propietaria de canales de televisión y estudios de cine.
Trump dijo el 23 de octubre que su intención es “romper los oligopolios de medios que están generando un control desproporcionado con nuestra información”. Al parecer, las mofas contra Trump transmitidas en el programa de comedia Last Week Tonight, que se transmite por el canal HBO o los cuestionamientos hechos por conductores de CNN como Anderson Cooper, ambos propiedad de Time Warner, no han sido de su agrado y por lo que podría presionar para bloquear dicha fusión.
El mandato de Donald Trump será de cuatro años.
Lo que nos espera.