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Telmex: pago por ver y quédate con el cambio…

El 29 de marzo del 2017, el Pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), con la gallardía que lo caracteriza, impuso a Telmex la ridícula multa de 5 millones 383,200 pesos por violar su título de concesión durante seis años continuos y, mediante una simulación, explotar a través de Dish una concesión de televisión, lo cual tiene expresamente prohibido desde 1990 en el tercer párrafo de la condición 1.9 de su título de concesión.

A decir del propio IFT, “entre noviembre del 2008 y agosto del 2014, dicha empresa celebró con Dish México SA de CV y sus filiales y afiliadas, conformando un complejo sistema contractual que le permitió a Telmex incidir o influir en la operación y en el ejercicio de los derechos derivados de la concesión otorgada a Comercializadora de Frecuencias Satelitales, S de RL de CV para prestar el servicio de televisión restringida vía satelital en el país”.

La razón de ser de cualquier sanción económica es inhibir la conducta ilícita del agente regulado. Evidentemente, una sanción de poco más de 5 millones de pesos para una empresa que sólo en el cuarto trimestre del 2016 tuvo ingresos por 269,000 millones se antoja ridícula, y de ninguna manera inhibe la violación flagrante a la ley por más de seis años, ni repara el perjuicio a la competencia. Todo lo contrario: esta ridícula sanción, lejos de inhibir la conducta ilícita del preponderante, la fomenta: gana más violando la ley y pagando la multa, que cumpliendo con sus obligaciones. Telmex ya le agarró la medida al IFT y sabe que más vale pedir perdón que pedir permiso.

El IFT, tratando de curarse en salud ante las inminentes críticas al monto de su multa, aclara que la conducta ilícita concluyó en agosto del 2014, días antes de la entrada en vigor de la nueva ley, que ya contempla sanciones basadas en porcentajes sobre ingresos y que implicarían una multa de miles de millones de pesos para Telmex. Así, dicen que Telmex les presentó unos convenios de terminación que desfacían el entuerto unos días antes de que fuesen acreedores a las nuevas multas sobre ingresos. Lo que no dicen, porque no lo quieren ver, es que la asociación entre Telmex y Dish continúa hasta la fecha. Cualquiera que haya contratado Dish a través de Telmex se puede dar cuenta de que en sus recibos Telmex sigue vendiendo y cobrando los servicios de Dish. El IFT es experto en cerrar los ojos y simular que trabaja. La conducta ilícita continúa y ante la tendenciosa postura del regulador, es a la industria a quien le tocará investigar y documentar las violaciones a la ley por parte de Telmex. Ya sabemos que el IFT está de adorno.

En el colmo del descaro, al IFT se le olvidó que Telmex se ha beneficiado, a través de Dish, de la regla de gratuidad en la retransmisión de las señales de televisión abierta, y que la Constitución sanciona expresamente esa conducta con la revocación de los títulos de concesión tanto de Telmex como de Dish. Aunque se trata de la misma conducta ya sancionada por el IFT, el regulador dice que la sigue estudiando. A ver con qué pretexto salen para violar la Constitución en beneficio de Telmex y sus ilícitas prácticas comerciales.

Cambiando de tema. En una más de sus maniobras de propaganda y fuegos de artificio, el sindicato de Telmex anunció el bloqueo de las oficinas del IFT en Insurgentes para manifestar su rechazo a la probable separación funcional de los servicios al mayoreo de la empresa. Como le comentaba hace un par de semanas, Telmex, su sindicato y las ONG afines a los intereses del ingeniero Carlos Slim pretenden manipular a la opinión pública para que el IFT le autorice prestar servicios de televisión (el único mercado que aún no domina), y nada mejor que hacerse la víctima. Tan fue puro espectáculo, que el sindicato aprovechó las vacaciones del IFT para hacer una supuesta demostración de fuerza sin molestar a los funcionarios del IFT, quienes gozan de un merecido descanso.

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