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Altan, con la mesa puesta

Altan es el consorcio que podría quedarse con la Red Compartida. Tiene de único competidor a la dupla integrada por Rivada Networks, que preside Declan Ganley, y Spectrum Frontier, que encabeza Rune Eng. Tan sorpresiva resultó su aparición como dudosa su conformación.

Aquí algunos datos: Hansam, uno de sus socios, pertenece al abogadoMiguel Escobedo, que desde la integración del Pacto por México y con el presidente de la extinta Cofetel, Mony de Swaan, está dando por hecho que va a ser parte de los beneficiarios de la Red Compartida.

Axtel, de Tomás Milmo, y Megacable, de Javier Bours, trataron de convencer, sin éxito, a Televisa, de Emilio Azcárraga; AT&T, que comanda Thaddeus Arroyo, y Telefónica-Movistar, que capitaneaCarlos Morales, para que se subieran a la iniciativa aportando el nombre y no tanto recursos financieros.

FF Latam, Fideicomiso irrevocable de emisión de Certificados Bursátiles denominado Fflatam-15-2, es un fideicomiso en el que participan Nafinsa, de Jacques Rogozinski; Bancomext, de Alejandro Díaz de León, y Banobras, de
Abraham Zamora.

El IFC es el brazo financiero del Banco Mundial; el CMF Investment Company es el fondo China-México, auspiciado también con recursos de la banca del gobierno mexicano; a todos ellos agregue dos accionistas más: Marapendi Holding e Isla Guadalupe Investment.

A estas alturas ni el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que lleva Gabriel Contreras, ni la SCT, de Gerardo Ruiz Esparza, han querido transparentar quiénes y qué participaciones llevan los que quieren quedarse con la Red Compartida.

Un dato que preocupó a los diputados y senadores es la posibilidad de que la infraestructura, con un costo de unos siete mil millones de dólares, termine financiándose con recursos públicos. Y es que la propuesta de Altan está fuertemente apalancada por la banca de desarrollo.

Es por ello que los presidentes de las cámaras, la priista Ivonne Ortega y el panista Javier Lozano anunciaron, la semana pasada, que darían seguimiento puntual a la licitación, sobre todo porque se carece de un “contralor interno”.

Sobre ese tema, el del potencial fondeo de la banca de segundo piso, el último pleno del IFT realizado hace unos días rechazó la propuesta de que las tasas que vaya a cobrar la banca del gobierno para construir la Red Compartida estén por arriba de las de la banca comercial.

Adriana Labardini, Mario Fromow, María Elena Estavillo y el susodicho Cuevas se mayoritearon a Ernesto Estrada y Adolfo Cuevas, al parecer las únicas voces sensatas en ese desquiciado organismo.

ICA VA CON TODO

Al final pudo más el cabildeo de ICA que el de Roberto Alcántara y sus socios, los españoles de Azvi, que habían presentado la tercera oferta más económica para quedarse con la losa de cimentación del edificio terminal del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM). Y es que con una propuesta que estaba en el lugar número 13, valorada en unos 405 millones de dólares, ICA se quedó con la obra. Oxígeno puro entró a la atribulada compañía, que vio disparar sus acciones 9.20% el mismo viernes tras conocerse el fallo. Hace apenas unos diez días le decíamos aquí que la viabilidad de la reestructura financiera dependía de que el gobierno les diera contratos del NAICM. Desde septiembre, cuando perdieron las pistas 2 y 3 a manos de Coconal, de Héctor Ovalle, y VISE, de Santiago Villanueva, y el trabuco de Cicsa, de Carlos Slim; GIA, de Hipólito Gerard; La Peninsular, de Carlos Hank Rhon, y Prodemex, que dirigeAntonio Boullosa Madrazo, se prendieron focos de alarma. La jefa de la reestructura, Guadalupe Phillips, el inversionista regiomontanoDavid Martínez y el propio Bernardo Quintana levantaron la voz al más alto nivel del gobierno de Enrique Peña Nieto. La advertencia del colapso de ICA y con ella de miles de sus proveedores, bancos prestamistas, bonos y cientos de inversionistas en bolsa, incluidos trabajadores que cotizan en las afores, se empezaría a perfilar como una realidad. Ahora que viene la licitación del edificio terminal, ¿se lo darán también?

CINTURÓN DE ORO

Este fin de semana Gerardo Gutiérrez Candiani estuvo en Guerrero. El titular de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales abanderó el arranque del Clúster Minero de Guerrero que empuja Torex Gold, dueña de la Minera Media Luna.Alfredo Phillips, director de la compañía, encabezará ese recinto que busca contribuir al desarrollo económico de la región generando una cadena de valor que reactive 37 sectores productivos locales, entre empresas, comercios y universidades. Se estima que la zona recibirá una derrama de 300 millones de dólares de gasto operativo que las mineras contemplan realizar en 2017 en el llamado Cinturón de Oro de Guerrero. Para los siguientes cuatro años hay inversiones comprometidas por mil 200 millones de dólares, pero podrían duplicarse si las condiciones mejoran. Minera Media Luna es uno de los cinco proyectos estratégicos de Guerrero. En el evento estuvo el gobernador Héctor Astudillo y el coordinador de Minas de la Secretaría de Economía, Mario Cantú.

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