Ícono del sitio IDET

Timing para la competencia en TV

Una reconfiguración radical está en marcha en el sector de la radiodifusión, con los efectos combinados de las recientes declaratorias de dominancia y la publicación de las bases de licitación pública para obtener frecuencias, a efecto de crear dos cadenas de televisión digital en México con cobertura nacional. El objetivo expreso es abonar a la diversidad de contenidos para los televidentes, quienes contarán con una mayor oferta de canales de televisión abierta.

Plazos que se acortan

Por lo general, estos procesos licitatorios y de entrada en operación de nuevas empresas intensivas en tecnologías de la información y radiodifusión suelen ser muy tardados, llegando a parecer eternos hasta el momento del encendido de sus switches. Sin embargo, en esta ocasión los tiempos lucen muy razonables e incluso próximos, porque en septiembre conoceremos ya a los participantes y en marzo del 2015 a los ganadores de la licitación para cada una de las dos cadenas, quienes recibirán el derecho de transmisión por hasta 123 canales con cobertura nacional por un plazo de 20 años.

 Los factores más importantes en acortar estos plazos para el encendido de switches de las nuevas televisoras por venir se derivan de la reciente declaratoria de preponderancia y son dos: la compartición de infraestructura y de contenidos.

En el caso de la infraestructura, la declaratoria de dominancia indica que el preponderante deberá compartir la infraestructura de radiodifusión con terceros, enferma no discriminatoria y no exclusiva. Facilitará la entrada de nuevos radiodifusores, no sólo al traducir se en una importante reducción de las barreras a la entrada al segmento de radiodifusión, sino que también deriva en una ganancia en tiempo y costo para iniciar transmisiones. En el segundo aspecto, estas declaratorias derivan en una mayor diversidad de contenidos a los que tendrán acceso los televidentes, al ampliar la oferta televisiva.

Procesos como éste, que en condiciones de mercado tomarían entre dos y tres años, ahora se pueden reducir a un plazo de tres a seis meses, para que las dos nuevas cadenas comiencen operaciones, a partir de la declaración de los ganadores de la licitación de televisión abierta en marzo del 2015. Ello, gracias a que pueden utilizar la infraestructura existente del preponderante. Además, los nuevos entrantes enfrentarán una estructura de costos más bajos, ya que se reduce la inversión necesaria a una quinta parte si se utilízala infraestructura existente.

También se restringe al preponderante la adquisición en exclusiva de derechos de transmisión, especialmente respecto de ciertos contenidos relevantes, como son eventos deportivos, y se establece la obligación de ofrecer gratuitamente sus contenidos a oferentes de TV de paga, que deberán retrasmitirlos al usuario final (must-carry/must-offer).

 Con la creación de dos nuevas cadenas de TV se obtiene una fórmula eficaz para la promoción de la competencia, consolidando una oportunidad única de ampliar la oferta de contenidos a los usuarios finales, todo en un plazo muy corto.

Es de esperar entonces que la entrada de nuevos competidores al mercado de televisión abierta en México se materialice hacia el final de la segunda mitad del 2015, en línea con la transición hacia la televisión digital. A partir de este momento, los televidentes contarán con una mayor diversidad de contenidos, en más canales, con mejor calidad en audio y video, que entrarán en competencia directa con los que hasta el día de hoy contamos. Es decir, la multiplicación de la variedad en la oferta de la televisión está prácticamente a la vuelta de la esquina, donde la calidad de los contenidos corresponderá a las empresas radiodifusoras y, claro, a las audiencias.

 

Salir de la versión móvil