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Política educativa en riesgo

2021.05.03

Vía La Lista

La creciente necesidad en la adopción de la tecnología para ofrecer servicios educativos en el país hacia la inclusión hacia la Sociedad del Conocimiento y la Información, ahora acentuada por el reto debido a la crisis sanitaria, ha enfatizado el rezago y la brecha pedagógica entre distintos países.

Posterior al anuncio de la suspensión de la participación de México en el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), distintas organizaciones educativas del país levantaron la voz para exigir el cumplimiento del derecho a la educación que se establece en el Artículo 3 de nuestra Constitución.

La prueba PISA consiste en un examen que es coordinado y aplicado cada tres años a jóvenes de 15 años, que residen en los países Miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con el objetivo de conocer su nivel de habilidades necesarias para participar plenamente de la sociedad, centrándose en dominios como lectura, ciencias y matemáticas. Mide también la capacidad de reproducir lo que han aprendido, de transferir sus conocimientos, y aplicarlos en contextos académicos y no académicos.[1]

La creciente necesidad en la adopción de la tecnología para ofrecer servicios educativos en el país hacia la inclusión hacia la Sociedad del Conocimiento y la Información, ahora acentuada por el reto debido a la crisis sanitaria,  ha enfatizado el rezago y la brecha pedagógica entre distintos países.

Destacan los resultados obtenidos en la última edición de la prueba PISA del 2018, en donde los estudiantes mexicanos consiguieron una baja puntuación. El promedio de la OCDE se encuentra en 487 puntos en términos de lectura, mientras que el de México se encuentra en 420, lo que lo ubica en cerca del tercio inferior de desempeño. En matemáticas,  la OCDE muestra 489 puntos mientras que en México el resultado es de 409 puntos, y en ciencias, el promedio de la OCDE es de 489 y en México de 419.

Si tomamos en consideración el criterio de los resultados en las pruebas PISA, como única referencia, se demostraría que debido al rezago educativo en México, no se ha logrado garantizar una oferta en la educación estable ni de buena calidad, y que cerca del 50% de los estudiantes mexicanos no tienen las capacidades necesarias para desarrollarse en la sociedad.

Contar con herramientas para la medición de resultados es fundamental para la toma de decisiones en la política educativa, y la creación de estrategias que fomenten el desarrollo académico de la niñez mexicana,  sin embargo, para lograr estos objetivos es necesario identificar y comprometerse con una serie de condiciones que deben estar basadas en las necesidades específicas y en el contexto de nuestro país.

La conectividad, en maridaje con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC),  permitirían una educación de calidad consistente, al alcance de todos, e incluso dirigida a grupos con necesidades especializadas, pero para ello necesitamos mecanismos de medición internacional que nos permitan conocer el verdadero estado de la educación en nuestro país.

Como ciudadanos, no debemos permitir que nuestro país viva en una miopía causada por un ejercicio autoritario, que busque evitar una mala calificación en su desempeño, y que nos haga perder objetividad y perspectiva de nuestro lugar en un mundo globalizado.


[1] Instituto Nacional para la evaluación de la Educación (2016). PISA. Recuperado de: http://www.inee.edu.mx/index.php/proyectos/pisa/que-es-pisa

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