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Los precios de garantía, una vuelta al pasado

El presidente anunció que el precio de garantía que se pagará a los productores en México será a partir de ahora, de 5,610 pesos por tonelada

2019-01-22

El anuncio formal que hizo el presidente López Obrador del programa de precios de garantía para diversos cultivos el pasado viernes en Zacatecas, pareciera que no ha sido lo suficientemente debatido, sobre todo por los efectos no previstos que pudiera tener. Se prevé la fijación de precios de garantía para cultivos como el maíz, frijol, arroz, trigo, así como para la leche. En el caso del maíz, el presidente anunció que el precio de garantía que se pagará a los productores en México será a partir de ahora, de 5,610 pesos por tonelada. Según reportaron algunos diarios, uno de los objetivos centrales de este programa es lograr la autosuficiencia alimentaria de nuestro país. Se trata de un anuncio que para muchos es una buena noticia; sin embargo, las consecuencias de esta política no están debidamente analizadas o bien, no se les dio la importancia debida.

Para entender el potencial problema en el que se está embarcando el gobierno de México, resulta conveniente referirse a dos aspectos que el presidente comentó en Zacatecas, cuando hizo el anuncio del programa. Uno de ellos, fue que se comprometió “a mantener esos precios de garantía y a aumentarlos, a fin de ya no comprar estos granos básicos en el extranjero”, según lo reportó un diario de circulación nacional. Otro, que también reportan diversos medios, fue lo que declaró el propio presidente respecto a cómo se utilizarán los granos adquiridos: “se venderá a precios muy bajos para que no se padezca de hambre en Zacatecas y en el país”.

En primer lugar, hay precisar que el maíz que utilizamos para elaborar la gran variedad de alimentos que forman parte de variada gama de comida mexicana es el maíz blanco, en el que México es autosuficiente, según reportes recientes de Sagarpa, que indican que el consumo anual de este cultivo es de 23.5 millones de toneladas, mientras que la producción anual se ubica en 24.5 millones de toneladas. Ahora bien, en el caso del maíz que se utiliza como forraje para ganado, es verdad que somos deficitarios, pero también es verdad que el costo de producirlo en México es sustancialmente más alto que en Estados Unidos, por ejemplo.

El precio de garantía anunciado por el presidente de la República se ubica prácticamente 100 dólares por encima del precio de una tonelada de maíz amarillo producida en Illinois, pero ya puesta en el puerto de Veracruz. A ese precio anunciado el viernes, habrá que agregar el costo de transporte a los centros de acopio, que el gobierno ya anunció que cubrirá.

Así que en México se pagará más por tonelada de maíz que el precio que costaría importar ese grano. Para evitar que los precios de los alimentos que se elaboran con maíz se encarezcan o que el costo que enfrenta la engorda de ganado bovino o porcino en nuestro país no se incremente de manera sustantiva, el gobierno deberá mantener artificialmente bajos los precios para estos usos, lo que necesariamente demandará una gran cantidad de recursos fiscales.

Por otro lado, se envían señales erróneas a los mercados agropecuarios, de manera que ante la posibilidad de una mayor rentabilidad en el cultivo del maíz, es altamente probable que productores de otros cultivos, incluso hortalizas, decidan destinar sus tierras a producir maíz. Así que es posible que se eleve la producción de maíz, a un costo muy elevado para las finanzas y a costa de reducir la producción de otros cultivos.

El problema del campo mexicano no se resuelve con precios de garantía, es un problema mucho más profundo, que tiene que ver con aún insuficientes mecanismos para eficientar la comercialización, y sobre todo, con un régimen de derechos de propiedad endeble.

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