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Gigantes tecnológicos en la era Biden

2021.01.25

Vía La Lista

Si en algo coinciden Donald Trump con Joe Biden es en la necesidad de revisar la política de los gigantes de la tecnología en EU, sobre todo a Facebook.

La estrepitosa velocidad con la que la tecnología avanza, sin un encuentro con una regulación efectiva, tiene muy intranquilos a gobiernos de todo el mundo.

Silicon Valley ha estado en la mira de las últimas administraciones estadounidenses, algunas veces para bien y otras para mal.

Joe Biden ha sido muy claro, desde su candidatura a la presidencia, que es necesario revisar las políticas de los gigantes tecnológicos de su país. Esa es una de las pocas cosas en las que coincidía con Donald Trump.

En especial a Facebook, que es la empresa que en los últimos años se ha amado odiar. Mucho por su falta de control en sus contenidos, y por amenazar en últimas semanas a líderes políticos de su necesidad de autorregularse, o simplemente silenciarlos.

Y aunque las redes sociales apelan al artículo 230 de la Ley de Decencia de las Comunicaciones en ese país, que da inmunidad a los editores frente a los contenidos que suben sus usuarios, y les resta responsabilidad civil, queda pendiente la protección de los derechos de autor, el discurso de odio y abusos sexuales y cibernéticos.

El poder social y económico que han logrado las empresas tecnológicas los protege, y aparentemente les da inmunidad.  Google es ejemplo de esto al plantear su salida del mercado australiano ante la negativa de pagar a los editores de noticias por su contenido.

En los próximos meses seguiremos escuchando noticias sobre la acción que podría frenar legalmente el empoderamiento de las empresas tecnológicas, actualizando las leyes de competencia antimonopolio actuales, y también para vengar los ataques contra los símbolos nacionalistas, como el perpetrado al capitolio el pasado 6 de enero, evitando que esto vuelva a suceder al frenar la violencia retórica compartida vía redes sociales.

Desde su primer acción como presidente de Estados Unidos, Biden sentó claramente su línea política de asegurar la democracia en su país, sin dejar de lado que para que eso se concrete en el terreno económico, se enfocará en vigilar la disminución de la creciente concentración monopolística de las tecnológicas, en especial las de Silicon Valley.

A lo anterior se suma el trabajo conjunto de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) con la administración de Joe Biden, quien nombró a Jessica Rosenworcel como presidenta interina de la Comisión, y quien es determinante para continuar con el cierre de la brecha digital, el restablecimiento de la neutralidad de la red, que desde la perspectiva demócrata lograría una Internet libre, abierta y no discriminatoria, para que sea más accesible y asequible para todos. Lo anterior metería en reversa la muy controvertida decisión de Ajit Pai, quien como presidente anterior de la FCC, promovió derogarla defendiendo los argumentos de los operadores de servicios de telecomunicaciones.

La FCC es un organismo cuyas decisiones tienen impacto en toda la industria de la tecnología no solo en Estados Unidos, sino en el mundo.  Biden tendrá que definir la relación comercial frente a empresas chinas como Huawei, que ha avanzado a pasos agigantados para la implementación de tecnología 5G en todo el mundo, y con ello han ratificado la pérdida de la dominancia estadounidense en la tecnología a nivel global.

La era Biden seguramente confirmará que ningún país es autosuficiente cuando a tecnología se refiere, y que nos necesitamos unos a otros.

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