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¿Ganó o perdió AMLO en Washington?

2020.07.10

Vía La Razón

En principio parecería que el balance del viaje que hizo el Presidente López Obrador para visitar a su homólogo de la Casa Blanca fue positivo. No hubo sorpresas ni descolones por parte de Donald Trump.

Muchos pensaron que AMLO se arriesgaba al exponerse al carácter ambivalente del mandatario estadounidense. Pues se equivocaron. Todo fue cordial y amable.

Sin embargo, son muchas las aristas de esta visita para realmente calcular si el saldo fue favorable. El discurso de AMLO estuvo sobre cargado de elogios hacia Trump, cuando éste ha sido el presidente más antimexicano en muchas décadas. Basta recordar cuando arrancaba su campaña a la presidencia que llamó a los inmigrantes mexicanos como violadores.

Esto ya sin mencionar su agresiva política antiinmigrante, la construcción de su dichoso muro fronterizo y la separación de familias al cruzar la frontera. Trump se ha dedicado a maltratar y discriminar a los mexicanos y por ello es por lo que la gran mayoría de nuestros connacionales, tanto en México como en Estados Unidos, no simpatizan para nada con él.

Que López Obrador haya ido hasta la capital de aquel país a compararlo con Washington y Lincoln puede costarle políticamente. Trump, nada tonto, sabe que va abajo en las encuestas para su reelección en noviembre y que los 30 millones de votos latinos pueden ser decisivos. Él necesitaba esta visita.

AMLO hace una apuesta arriesgada al ir a darle un espaldarazo a Trump en este momento, a sabiendas que va entre 10 y 15 puntos debajo de su contrincante demócrata Joe Biden.

Por otro lado, le fue bien a AMLO, pues colocó a México nuevamente como un jugador estratégico en la relación bilateral, a propósito de la entrada en vigor del T-MEC el 1 de julio. Quizá faltó en la agenda una reunión con los legisladores demócratas, quienes fueron los que tuvieron la última palabra en la aprobación de estas leyes.

Tener una relación cercana y de amistad con nuestro vecino del norte siempre es una buena noticia para el país. A nadie conviene la lejanía ni la pérdida de interlocución con la clase política y empresarial de ambos países. En ese sentido, la visita fue productiva.

Por último, a nadie le puede pasar desapercibido el papel de nuestro canciller Marcelo Ebrard. Sin lugar a duda, de los funcionarios más destacados de la 4T. Ojalá que muchos otros secretarios tuvieran la visión y operación que tiene Ebrard para sacar adelante muchos temas de la agenda nacional.

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