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Viraje hacia Sudamérica

Javier Tejado Dondé/ Reforma

Desde la creación del Pacto por México, la clase política señaladamente el PRI, PAN y PRD ha pretendido modificar varios temas. Hemos visto reformas e iniciativas en materia laboral, de telecomunicaciones y competencia, educativa, financiera y hacendaria. Es incierto si estas reformas lograrán mover a México, pues no son claros sus efectos reales y su puesta en práctica; en casos como la educativa, ha sido escasa.

En las siguientes semanas, el Senado pretende dictaminar una reforma política-electoral. Su origen es similar al de las ya mencionadas: acuerdos cupulares. Por ello, esta reforma no parece contar con respaldo de académicos, especialistas y menos aún de funcionarios electorales federales o estatales. Pero seguramente avanzará, pues hay línea para que ello ocurra. Máxime que el PAN la ha puesto como requisito previo para discutir y votar a favor la reforma energética, que es la que más interesa al Gobierno peñista, pues constituye su apuesta para sacar a México de la parálisis económica.

El PAN siempre ha apostado por reformas al sector energético. Sin embargo, sus apuestas han fallado. En 1998, durante la frustrada reforma energética (eléctrica) del Presidente Zedillo ofrecieron sus votos a cambio de la salida de Guillermo Ortiz como Gobernador del Banco de México. Zedillo, entre otras consideraciones, optó por mantener la estabilidad económica y no hubo reforma energética en aquel entonces.

Ahora, el PAN apuesta de nuevo por una reforma energética. Esta vez pide a cambio una reforma política-electoral y parece que sí obtendrá el intercambio que propone. Paradójicamente, ese intercambio lo puede alejar de futuros triunfos electorales, ya que esta reforma política-electoral se está teniendo que consensar también con el PRD, partido que, aunque no dará votos a la reforma energética, está vendiendo su apoyo a la reforma hacendaria.

Con el nuevo modelo electoral que se plantea, la oposición busca el mismo objetivo que en los últimos 25 años: limitar el poder del Gobierno y aumentar su presencia en los espacios de toma de decisiones. Sin embargo, el modelo que se está tejiendo difícilmente beneficiará en la práctica al PAN. Por el contrario, le sumará ventajas al PRD.

 De entrada, estar discutiendo la remoción de los actuales Consejeros del IFE y los Magistrados del Tribunal Electoral (como pasó con los funcionarios de Cofetel, CFC y probablemente del IFAI), a petición del PRD, deja mal parado al PAN, que siempre ha apostado por la institucionalidad.

El modelo de comunicación política que se avecina con esta reforma electoral le dará también ventajas al PRD. Y es que las nuevas reglas dispondrán que los concesionarios comerciales pierdan su estación de radio o TV si transmiten publicidad o propaganda presentada como información periodística o noticiosa. ¿Qué es esto? De sentencias del Tribunal Electoral se desprenden dos peligrosos criterios: a) que aunque no haya registro de pagos o de contratos firmados, si la entrevista a un candidato es afable, es considerada como propaganda electoral (caso Historias Engarzadas); y b) que por haber mucha cobertura, se está ante la adquisición indebida de tiempos en radiodifusión (caso Apizaco, XHXZ-FM). En ambos ejemplos se votó que no existía libertad de expresión ni de información.

Con estos antecedentes y con las sanciones que se pretenden, ¿qué estación comercial de radio o TV querrá cubrir periodísticamente procesos electorales o entrevistar a algún candidato?

Por otro lado, se ha importado a la Constitución el modelo bolivariano y kirchenista de estaciones comunitarias y sociales. Aunque en teoría a éstas se les aplican las mismas reglas que a los concesionarios comerciales, la realidad es que no se les sanciona. Prácticamente no son monitoreadas por la autoridad electoral, y cuando cualquier otra autoridad, como Gobernación, ha pretendido sancionarlas, se victimizan. Con este nuevo marco legal electoral, la izquierda apuesta por fortalecer su modelo de comunicación política. Y este ha sido el modelo que les ha dado victorias en varios países de Sudamérica.

Desde luego, personajes como Hugo Chávez, Evo Morales y los Kirchner argumentaron que buscaban la democratización de los medios. Ese discurso es el mismo que escuchamos ahora en México. En realidad, se está construyendo una plataforma mediática desde la cual hacer abiertamente propaganda electoral, con la ventaja adicional, para las estaciones comunitarias y sociales según las iniciativas presentadas en estos días por el PRD en el Senado y Diputados, de que podrán comercializar. Por eso, no importa distorsionar el modelo norteamericano o europeo de auténticos medios públicos y sociales, pues lo que se busca es disponer de más instrumentos para conquistar el poder. Y el PRD está siguiendo a la perfección el modelo sudamericano.

Director de Información de Televisa y fundador del IDET. El texto no necesariamente representa las opiniones de las instituciones mencionadas.

Twitter: @JTejado

Foto: http://www.freedigitalphotos.net

 

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