Ícono del sitio IDET

El fracaso de la 4T

vía El Economista.

Ayer hubo dos notas en medios extranjeros que mostraron con nitidez que la administración del presidente López Obrador simplemente no tiene la capacidad para hacer bien las cosas y por lo mismo, no tiene capacidad para entregar buenos resultados a los mexicanos. Por un lado está una nota del diario The New York Times, titulada “El presidente de México dice que la pobreza es su prioridad. Pero sus políticas dañan a los pobres”.

En ese trabajo periodístico, Maria Abi-Habib y Oscar Lopez, se refieren a las dificultades que hoy en día están enfrentando los padres de familia cuyos hijos asistían a las llamadas “escuelas de tiempo completo”, que en un arranque caprichoso del presidente y de su secretaria de Educación, se decidió dar por terminado ese exitoso programa educativo que permitía, sobre todo a madres de familia, incorporarse al mercado laboral, con la tranquilidad de que sus hijos se encontraban bajo supervisión de un docente durante buena parte del día, aprovechando el tiempo en actividades escolares, además de recibir alimentación en esos planteles.

Hoy ese programa ha sido reemplazado por un remedo denominado “escuelas de horario extendido”, que prioriza la asignación de recursos presupuestales para supuestamente fortalecer la infraestructura de los planteles, pero canalizados a través de comités de padres de familia que supuestamente decidirán lo que resulte mejor para cada plantel. La nota The New York Times advierte de manera señalada sobre los nulos mecanismos para evitar la corrupción en ese esquema, que podría incentivar decisiones alejadas de las verdaderas necesidades como consecuencia de padres adoptando decisiones que favorezcan a algunos de los padres que integran los comités, por ejemplo.

Así que lejos de ayudar a las familias más desfavorecidas, muchas de ellas en zonas urbanas, los programas sociales del presidente están canalizando los apoyos de manera poco eficaz, provocando que muchos hogares en condiciones de pobreza que antes recibían apoyos, ahora no los reciban, como el segmento de mujeres trabajadoras -el que menos recuperación ha tenido después de la pandemia-, justo por decisiones torpes como la desaparición de las escuelas de tiempo completo.

También ayer, la agencia de noticias Bloomberg publicó una nota sobre el caos que se observa en las costas de nuestro país en estos días, por la presencia de cerca de 60 buque-tanques que no han podido descargar su carga principalmente de gasolina y diésel. La nota vincula esta situación con la decisión del gobierno de subsidiar la gasolina y una aparente mala planeación en las compras de Pemex. A ello habría que agregar que también es resultado del embate que los inversionistas privados han sufrido por parte del gobierno del presidente López Obrador, a través de las también decisiones caprichosas de la secretaria Rocío Nahle y sus huestes en Comisión Reguladora de Energía, además de los problemas logísticos que enfrenta Pemex desde luego. En suma, por el desastre que las autoridades mexicanas han provocado en el ámbito del almacenaje de combustible en territorio nacional.

Según la nota elaborada por Amy Stillman y Lucia Kassai, por cada día que transcurre sin que puedan descargar los cerca de 18 millones de barriles de combustible a bordo de esos buques, los importadores, en gran medida el propio Pemex, deben pagar una cuota de 40 mil dólares en promedio por concepto de inmovilización de las embarcaciones. Así que en total, se estarían generando costos adicionales a lo planeado por cerca de 2.4 millones de dólares diarios. El precio de la falta de pericia gubernamental.

Mientras que el gobierno presume logros que no resisten cualquier evaluación seria, las estadísticas publicadas por el gobierno de los Estados Unidos sobre el número de mexicanos indocumentados interceptados por los servicios migratorios de aquel país tratando de adentrarse en su territorio fue de 627,764 personas al cierre del primer semestre de este año, casi 31% más que al cierre del mismo período del 2021, y muy por encima de las 152,257 personas detenidas en todo 2018, el último año de la administración del presidente Peña Nieto. Estos datos por sí solos son un signo del fracaso del actual gobierno. Son un signo de que la Cuarta Transformación es un mito.

*El autor es economista.

@GerardoFloresR

Salir de la versión móvil