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Reforma estructural en telecomunicaciones

Roberto García Requena

Ovaciones

Reforma estructural en telecomunicaciones Dentro del marco del Pacto por México, finalmente el día de ayer el presidente Peña acompañado de representantes de los tres principales partidos políticos presentó el proyecto de reforma estructural para el sector de las telecomunicaciones en México. Falta todavía su discusión, seguramente álgida, tanto en la cámara de origen que será la de diputados, como en la de los senadores. El Congreso será quien tenga la última palabra de qué será lo que se apruebe o desapruebe en la legislación para regular a este importante sector de la economía nacional. Hay que aplaudir que por fin se abrirá en todos sus frentes el marco jurídico que regula a las telecomunicaciones. Hubo muchos intentos fallidos en los últimos años que no lograron cuajar una ley moderna, de vanguardia, y sobre todo en defensa de los usuarios de servicios. Sólo basta recordar la Conferencia Parlamentaria de Telecomunicaciones en el sexenio de Vicente Fox, o el Grupo Plural del Senado creado en el sexenio de Calderón. En los dos casos había participación de todos los grupos y partidos políticos pero nunca se logró un consenso final en los temas, además de que existieron fuertes presiones por parte de la industria que generaron resistencias para una reforma legal. En el caso de la propuesta presentada por Peña Nieto el día de ayer parecería que sí se cuenta con el consenso político necesario para que la reforma se materialice. Es innegable la falta de competencia y la alta concentración en los mercados de telecomunicaciones en México, así como los elevados precios que los consumidores tenemos que pagar por los servicios y la pésima calidad de los mismos. La relación precio-calidad para la banda ancha, por ejemplo, nos coloca como el peor país de los integrantes de la OCDE. Y ni qué decir de los millones de llamadas caídas y no completadas diariamente de la telefonía móvil que a diario dificultan la comunicación entre usuarios, con los consecuentes cobros por tener que volver a cursar la llamada. En el caso de la radiodifusión también se aplaude el fomento a la competencia a través de la licitación de dos cadenas nacionales de televisión y una tercera de carácter público. Esto dará mayor pluralidad de contenidos para que la gente tenga más opciones de programación. Sin duda este es un paso que abona en la vida democrática del país. Son muchos los temas que se abordan en la iniciativa que se presenta. Mientras que el objetivo final sea generar condiciones de competencia en los mercados que impacten en el bienestar del consumidor, podemos decir que México ha progresado. Estaremos muy pendientes de cómo avanza la discusión de estos temas en el Congreso, pero sin lugar a dudas es una reforma de gran calado que cambiará de una vez por todas la estructura de los merca-. dos en las telecomunicaciones y radiodifusión.

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