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Banda Ancha / Encendido analógico

Roberto García Requena

Ovaciones

Después deque la señal analógica de televisión fije apagada en Tijuana a principios de la semana pasada se desató una cadena de hechos qué vale la pena relatar porque son la evidencia de la pobre planeación que tuvo la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) para enfrentar esta transición tecnológica. Además dé la demandas colectivas promovidas para suspender la medida, al día .siguiente del apagón hubo protestas ciudadanas y cientos de personas se plantaron al día siguiente enfrente del palacio municipal de Tijuana para reclamarle al alcalde Carlos Bustamante, quien se declaró ajeno al problema. El munícipe incluso solicitó se pospusiera el apagón.

Al haber elecciones en la entidad el próximo 7 de julio el IFE también reaccionó y pidió se reactivara la señal analógica al quedarse miles de personas sin”. ¦” televisión. Esta situación, argumentó la autoridad electoral, podría afectar el desarrollo del proceso al no recibir la totalidad del electorado la información de la propia autoridad como de los partidos políticos. El IFE envió un escrito a la Cofetel formalizando dicha petición.

En la comida de la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec) realizada”el miércoles posterior al apagón, el presidente Enrique Peña, en un aparente apoyo a la medida, instruyó al secretario de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, instalar una ventanilla de atención en Tijuana para resolver la problemática de la población afectada. Al día siguiente, después de hacer presencia en Tijuana, el propio secretario Ortiz Esparza solicitó ”formalmente a la Cofetel ” reconsiderar la fecha del apagón sugiriendo posponerlo. ¿Qué habrá visto y escuchado el secretario para de plano solicitar esto al regulador? Cuando además su jefe, el presidente de la República, lo había “respaldado” un día antes.

Finalmente, en sesión de Pleno extraordinario de la Cofetel, el pasado viernes el órgano regulador decidió aplazar el apagón hasta el 18 de julio de este año, una vez concluido el proceso electoral. Toda esta historia sería innecesaria si la transición a la televisión digital se hubiera realizado con estrategia. Es cierto que en todos los países donde ya se logró el apagón analógico hubo afectaciones entre la población, pero también es cierto que la planeación de este proceso se hizo con muchos años de anticipación y no al vapor como en el caso mexicano.

El gran tema en todo este asuntó es la verdadera penetración de receptores digitales entre, los usuarios. Es evidente que el 93 por ciento que reporta la Cofetel es una fantasía. Hay quienes estiman que no se logró ni siquiera-un 70 por ciento de penetración. Este es el quid del problema. Bien valdría la pena que el INEGI, que además así está mandatado por el Acuerdo de Transición a la Televisión Digital Terrestre, se pronunciara en este caso.

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