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5G en México

Más allá de un aumento en la velocidad y una menor latencia, los grandes beneficios serán tangibles a nivel agregado y no tanto a nivel usuario

2022.02.28

Vía El Heraldo de México

Más allá de un aumento en la velocidad y una menor latencia, los grandes beneficios serán tangibles a nivel agregado y no tanto a nivel usuario, a través de ahorros energéticos, reducción de costos en ciertas industrias, interconectividad masiva de dispositivos y en general un mundo más eficiente y conectado.

La coyuntura de la pandemia ha mermado el proceso de despliegue y adopción de la tecnología 5G en México y otros países. Por ello, es muy relevante que los dos operadores móviles más grandes activarán sus redes de 5G y podrán ofrecerlo de manera comercial, con lo que se da inicio a un permanente escenario de desarrollo, adopción y aprovechamiento de las grandes capacidades y beneficios que nos otorgará esta tecnología.

Más allá de un aumento en la velocidad y una menor latencia, los grandes beneficios serán tangibles a nivel agregado y no tanto a nivel usuario, a través de ahorros energéticos, reducción de costos en ciertas industrias, interconectividad masiva de dispositivos y en general un mundo más eficiente y conectado.

Si bien la adopción de 5G será paulatina y usada en un inicio por aquellos usuarios con mayor poder adquisitivo, en el largo plazo deberá alcanzar una amplia cobertura en toda la geografía nacional, tal y como 4G inició en México y donde 10 años después, de acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), ha logrado representar más del 72.3% del tráfico total de datos en el país.

Una de las principales barreras a superar por parte de los usuarios, es la disponibilidad y adquisición de equipos con capacidad de conexión a redes 5G. Actualmente la mayoría de esos dispositivos son de gamas alta y premium cuyos precios superan los $10,000 pesos y de acuerdo con The CIU al 3T21, el gasto promedio de los mexicanos en un teléfono inteligente es de $4,238 pesos.

Por otro lado, se encuentran las ofertas comerciales y los hábitos de consumo de datos por parte de los usuarios. La Banda Ancha Móvil está asociada a una capacidad de datos contratada, es decir, cada vez que recargamos o contratamos un plan estamos pagando por una capacidad de datos para descargar. Mientras esa capacidad no se equipare a la oferta en Banda Ancha Fija nuestros hábitos de consumo de datos móviles seguirá siendo muy similares.

Aunado a lo anterior, es fundamental la disponibilidad de frecuencias del espectro óptimas para el desarrollo de 5G.  Hoy en día, se tiene prevista la licitación de las bandas para este propósito hasta el próximo año, calendario que ha sido aplazado por la crisis pandémica y que aunada a la disminución de los ingresos de los operadores móviles, en ese mismo periodo, ha retrasando el despliegue de estas redes.

Como se puede observar, para que esta evolución tecnológica sea aprovechada por todos los agentes económicos en el país, se requieren de distintas condiciones que van desde la disponibilidad de infraestructura y espectro radioeléctrico, pasando por la tenencia de dispositivos y hasta el cambio en las ofertas comerciales y hábitos de consumo de datos por parte de los usuarios.

Seguramente nos tomará menos tiempo del que nos llevó para 4G, sin embargo, se requerirá de la continua colaboración entre entes públicos y privados para asegurarnos de llegar a ese punto lo más rápido posible.

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