Actualmente, nuestra cobertura de internet es de 2 megabytes por segundo. Esta capacidad está muy por debajo de países desarrollados como Corea del Sur, cuya cobertura es de 100 megabytes y con proyecciones de llegar en dos años a los 1000 megabytes por segundo.
Los retos a futuro. Continuar con el desarrollo de la banda ancha y la red dorsal, así como acelerar la instalación de antenas de telefonía móvil, son parte de los retos en infraestructura dentro de las telecomunicaciones. Sin embargo, este es quizás el factor donde los candidatos más flaquean.
Keiko Fujimori. Según el análisis del instituto Integración, el plan de gobierno de Fuerza Popular presenta una propuesta: ampliar la cobertura y el acceso a internet continuando con los trabajos en la red dorsal. Esta iniciativa es pertinente a las necesidades del sector, aunque lo oportuno sería tener un plan integral. Carlos Valdez Velásquez-López de la escuela de Ingeniería Electrónica de la UPC, señala que no aprecia un plan específico para desarrollar una sociedad de la información usando las TIC (Tecnologías de Información y Conocimiento).
Pedro Pablo Kuckyznski. En el lado de Peruanos por el Kambio, no hay propuestas. Si bien se menciona la importancia de las tecnologías de comunicación e información, no orientan su plan a una política de infraestructura. “De las telecomunicaciones no hay una palabra. En tecnología de información y comunicación hay mención a su uso en temas educativos y se queda ahí. No hay ningún plan nacional referido a las TIC”, contó Carlos Valdez Velásquez-López.
Cerca de la revolución. En ambos casos, la ausencia de dichas políticas nos pone en un lugar anda favorable para nuestro desarrollo. “En los próximos años viene la cuarta revolución industrial. Esta implicará un alto desarrollo tecnológico y digital. Los países que no estén conectados a la velocidad que se requiere, van a quedar fuera”, dijo Freddy Vargas, economista especialista en temas de infraestructura. El reto es no dejar de caminar en telecomunicaciones y quizás empezar a correr, porque la tecnología avanza y no espera.