El Informador | 25 Abril 2016
La oficina de seguridad pública de la provincia de Guizhou detuvo a los 62 sospechosos, quienes en total ayudaron a defraudar 117 millones de yuanes.
La policía china asegura haber desmantelado la red de fraude de telecomunicaciones más grande de China con la detención de 62 sospechosos, diez de ellos taiwaneses, lo que complica las tensiones entre Pekín y Taipei sobre las competencias de ambas partes en estos casos.
Según publica hoy el diario honkongés South China Morning Post, la oficina de seguridad pública de la provincia de Guizhou (sur de China) detuvo a los 62 sospechosos, quienes en total ayudaron a defraudar 117 millones de yuanes (18 millones de dólares, 16 millones de euros), tras cuatro meses de investigaciones.
El pasado diciembre, un directivo de la zona de desarrollo económico de la ciudad de Duyun, en esa provincia, fue persuadido por un grupo de personas que afirmaban representar a bancos y a burós de seguridad pública de que las cuentas bancarias que él gestionaba estaban involucradas en delitos y debían ser rastreadas.
En una semana, los impostores transfirieron los 117 millones de yuanes de dos cuentas del directivo, apellidado Yang.
La policía siguió la pista de las llamadas y logró desmantelar a raíz de entonces otros 180 fraudes telefónicos similares que habían afectado a 26 provincias de China.
Entre los detenidos se encuentran cuatro funcionarios de la zona de desarrollo económico de Duyun, sospechosos de haber participado en la trama.
Se trata del último caso de fraude de telecomunicaciones en China que involucra a taiwaneses, y Pekín afirma que el número de ciudadanos de la isla implicados en este tipo de actividades ilícitas asciende a 100 mil, estafando más de 10 mil millones de yuanes (mil 500 millones de dólares, mil 370 millones de euros) en China y desviándolos a Taiwán cada año.
Pekín, además, condena lo que considera una falta de compromiso de Taipei en combatir este tipo de crímenes, después de que, por ejemplo, la isla liberara este mes a 20 taiwaneses sospechosos de haber participado en un fraude de telecomunicaciones contra residentes de China tras ser extraditados desde Malasia.
Por su parte, Taipei condena la injerencia de Pekín en asuntos concernientes a taiwaneses, con actualmente 45 ciudadanos de la isla a la espera de juicio en China tras haber sido deportados recientemente desde Kenia, un hecho que Taipei calificó de “secuestro extrajudicial”.
Pekín justificó su decisión en que les considera compatriotas -China afirma que Taiwán está bajo su soberanía- y en que supuestamente han estafado millones de dólares a través de llamadas telefónicas a ciudadanos en territorio chino, como en los casos anteriores.
