Si bien el arranque, hoy en Washington, de la primera ronda de negociaciones orientadas a “modernizar-actualizar” el Tratado de Libre Comercio suscrito hace ya 23 años por México, Estados Unidos y Canadá es percibido por la representación nacional “más como oportunidad que como riesgo…”, a nadie pasa desapercibido que igual a nivel gubernamental que en otros ámbitos, el empresarial de manera destacada, el proceso genera incertidumbre, dudas y, finalmente, un mal disimulado nerviosismo que acaba dando al traste con la (aún) endeble estabilidad económica.
Es verdad que, como el propio titular de Economía y responsable del equipo negociador, Ildefonso Guajardo, hizo notar, México no irá más allá de lo que la prudencia y el beneficio del país marquen; que nada se aceptará que revierta lo conseguido ni ponga en entredicho el futuro económico. Ello, sin embargo, no parece ser suficiente para aplacar la sensación de riesgo que, en cuanto espacio se ofrece, alientan actores involucrados o no, en la renegociación referida que, a partir de la fecha y hasta el cierre de la semana, al menos, mantendrá (literalmente) en suspenso al país… al peso frente a la divisa norteamericana de manera particularmente notable.
Y esto último, al igual que otras variables en extremo volátiles, son las que en las próximas horas y días habrá que observar, cuidando de no alentar ni una visión en extremo optimista que impida ver con claridad lo que ocurre en la capital norteamericana ni, en contraste, una posición en tal forma negativa que no haga más que alentar (y favorecer finalmente) a los especuladores que buscarán aprovechar la coyuntura.
Serenidad, entonces, ahora sí que ante lo que viene pues, al margen de consideraciones técnicas altamente especializadas, lo cierto es que este primer encuentro liderado por Guajardo, Kenneth Smith Ramos, Salvador Behar y Carlos Baker por la parte mexicana, con la representación estadunidense liderada por el secretario Wilbur Ross y la de Canadá, encabezada por la secretaria Chrystia Freeland, no será más que un primer round en el que las partes, en lenguaje pugilístico, realizarán sus primeras fintas, buscarán exhibir su (supuesta) fortaleza y descubrir fortalezas y debilidades del contrario.
Concluido este primer encuentro, ya con una percepción más real de lo que cada una de las partes exige y ofrece, las representaciones volverán a reunirse, ahora en México, para, pasadas las fiestas patrias, comenzar a avanzar en la evaluación de propuestas sobre las que, desde ya, trabajan equipos técnicos especializados apoyados, en la parte nacional, por “equipos alternos” del sector privado o, por ejemplo, del Legislativo.
Al tiempo, pues…
Asteriscos
* ¡Vaya contundente advertencia! a no avanzar por la ruta que inhibiría la constitucional facultad del Congreso a dictar medidas que regulen telecomunicaciones y/o radiodifusión, la que a la (Tremenda) Corte ayer el Senado, al ministro Javier Laynez en especial que, hoy, buscará se avale el amparo que contra la llamada Tarifa Cero promovió América Móvil, agente económico preponderante. El costo lo pagaremos todos…
* Confirmado que apenas rinda su V Informe, en un mes, el cuestionado Miguel Ángel Mancera dejará el gobierno capitalino para avanzar en pos de su sueño de llegar a Los Pinos, para muchos cobraron sentido “las prisas” que muestra por inaugurar ya el doble túnel de Mixcoac… ¡cuando nadie sabe aún cómo van a taponar, ahí, tantas filtraciones!
* De pena ajena, en verdad, la (estúpida) argumentación del gobierno y Congreso mexiquenses que, ante su mutua incapacidad para frenar la corrupción de sus inspectores que extorsionaban a empresarios restauranteros acusándolos de vender bebidas alcohólicas a menores, optaron por inhibir tal posibilidad, ¡despenalizando la venta de alcohol!
Veámonos el viernes, con otro asunto De naturaleza política.
