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Caminito de la escuela… y de las redes sociales

2019-07-11

Este inicio de clases será el momento en que muchos estudiantes conozcan nuevos amigos, tanto en el salón de clases como desde las pantallas de sus dispositivos móviles. Un estudio publicado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) el año pasado, alrededor de una quinta parte de los niños de entre 8 y 12 años poseen un teléfono celular y poco más de una tercera parte son usuarios de internet. No hay estadísticas sobre el uso de redes sociales por parte de menores en el país, pero algunos estudios indican que al menos dos terceras partes de los usuarios mexicanos de internet usan una red social, por lo que no sería extraño que los usuarios más jóvenes siguieran una tendencia similar.

Algunas redes sociales como Facebook, Snapchat e Instagram prohíben su uso por menores de 13 años, pero la realidad es que existen otras como Whatsapp y Telegram que solo necesitan una verificación del número telefónico, amén de que siempre está el recurso de indicar una edad distinta a la hora de registrarse en tales servicios. Sin embargo, padres y tutores pueden tomar cartas en el asunto y ayudar a los menores a introducirse en el mundo de las redes sociales.

Lo primero, explicar la privacidad: Muchos problemas protagonizados por menores en el uso de redes sociales son fruto de su desconocimiento al momento de hacer pública y compartir información personal con desconocidos o terceros que pueden usar tal información para causar daño. Es muy recomendable enseñarles a los menores, de ser posible antes de que comiencen a usar tecnología, el concepto de privacidad; que no toda su información debe ser compartida y que existen datos que se deben mantener privados. Existen algunas guías sobre la mejor manera de hacer esta explicación en forma sencilla y comprensible.

Ajustar las medidas de seguridad de los dispositivos móviles. Es posible modular los ajustes de seguridad en dispositivos móviles de los menores para evitar que descarguen apps móviles o entren a ciertos sitios web. Las dos empresas de sistemas operativos móviles: Google y Apple permiten modificar estos ajustes de seguridad de manera sencilla y rápida.

Que los menores usen redes sociales diseñadas para ellos. En lugar de prohibir el uso de redes sociales, los menores pueden emplear redes sociales diseñadas para ellos. Algunas de estas redes y apps combinan elementos de videojuego y chats que permiten a los usuarios interactuar pero evitando la compartición de información personal o el uso de lenguaje inapropiado, amén de que algunos de estos servicios están monitoreados para evitar comunicaciones no autorizadas. En algunos casos estas redes solicitan la identificación y autorización de los padres para verificar que no participen personas ajenas a los niños.

Realizar en conjunto el registro a redes sociales. Es posible que el menor ya no sea un infante al que se le pueda restringir el uso de su dispositivo o que requiera registrarse en redes como Facebook o Whatsapp por cuestiones académicas. En este caso lo mejor es que un adulto realice el registro con al mismo tiempo que el menor para ajustar parámetros de seguridad de su perfil como el nivel de acceso de terceros a los contenidos del menor y enseñarle a usarla. Existen recursos de información en línea para conocer los ajustes de privacidad más convenientes para el menor.

Es recomendable mantener el ritmo del desarrollo tecnológico. Tan solo en los últimos meses han cobrado enorme popularidad aplicaciones como TikTok o videojuegos como Fortnite que permiten la interacción entre los participantes. Es deber de padres y tutores mantenerse al día sobre las nuevas tecnologías disponibles y conocer cómo es que los menores pueden usar estas tecnologías en forma segura.

La confianza es la mejor protección: La comunicación constante y los vínculos de confianza con los menores permiten a padres y tutores conocer las actividades digitales de sus hijos para orientarlos en la mejor manera de usarlos en el uso sano y seguro de las redes sociales y apoyándolos en caso de encontrar problemas como el acoso o la agresión de terceros. Los adultos podemos inculcar en los menores que si bien la tecnología es importante, no lo es todo y siempre hay cosas por hacer más allá de la pantalla del celular.

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