Guillermo Montero/ Diario de México
Resulta paradójico que sea el propio Gobierno el que da la idea de hacer todo para lograr un ambiente de competencia en telecomunicaciones, pero a la hora de la hora es el primero en llevar a la práctica actitudes anticompetitivas y desleales en detrimento de sus competidores en la prestación de servicios de telecomunicaciones.
Por un lado, impone límites a la concentración de medios y obliga a desagregar la infraestructura de los concesionarios para fomentar la competencia en el país; y por otro lado, en una franca incongruencia, desplaza impunemente y sin dar explicación a los operadores que prestan servicios de telecomunicaciones a entidades gubernamentales como Pemex y las secretarías de Estado.
Sí, leyó bien. El mismo Gobierno que pide competencia equitativa, asigna directamente contratos multimillonarios a su operador de telecomunicaciones CFE Telecom, en detrimento de los operadores comerciales, a quienes quita la oportunidad de competir por contratos ofreciendo los mismos servicios que CFE Telecom.
En 2009 licitó fibra óptica de la CFE a un particular para proveer servicios de transmisión de datos de alta capacidad, sin embargo, usando esa misma fibra óptica hoy impide que dicho particular y los otros operadores del país ofrezcan sus servicios al Gobierno.
Con antecedentes como éste, resulta sumamente preocupante que se haya optado por instalar una red de servicios móviles 4G operada por el Gobierno en la banda de 700 MHz. Pareciera que estamos gestando un elefante blanco que, además, puede convertirse en el más desleal competidor de los operadores comerciales en el país.
Twitter: @monteroamerena
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