El espectro radioeléctrico es el insumo por el cual las ondas de radio, televisión, internet y otros servicios de telecomunicaciones se transmiten desde su origen hasta el dispositivo que recibe la señal, de acuerdo con 5G Americas para América Latina.

El estudio elaborado por la organización compuesta por proveedores de servicios y fabricantes de la industria de las telecomunicaciones, señala que América Central continúa con menor cantidad de espectro radioeléctrico en manos de los operadores móviles.

Estima además que al cierre del 2018, el promedio de espectro asignado para servicios móviles en América Latina se ubicó en 370 megahercios (MHz).

En un comunicado, 5G Americas destaca que este nivel es más alto con respecto a diciembre del 2017 y refleja la contribución de nuevas asignaciones y autorizaciones de uso del espectro a favor de operadores de telecomunicaciones.

Este índice, explica, se elabora con base en información de reguladores y operadores para proveer una estimación sobre los recursos de espectro radioeléctricos a disposición de la industria de telecomunicaciones inalámbricas en la región.

Al cierre del 2017, el índice estimó que el promedio de espectro asignado para servicios móviles era de 353.8 MHz por país, por lo que la cifra de 370 MHz de diciembre del 2018 representa un incremento de casi 16 MHz (4.6 por ciento más).

“El incremento en el nivel de espectro asignado es positivo, pero sigue por debajo de parámetros internacionales, como las sugerencias de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT)”, apunta la organización.

Refiere que en el 2018 se registraron licitaciones de espectro en México, República Dominicana, Paraguay y El Salvador que licenciaron bloques de las bandas de 700 MHz, 1.7/2.1 GHz (conocida también como AWS) y 2.5 GHz.

Además, en Panamá tuvo lugar una asignación de espectro y en República Dominicana se autorizó el uso y traspaso de una porción de la banda de 2.5 GHz.

5G Americas recomendó que los procesos de asignación de espectro no deben ser discriminatorios para los operadores ya presentes en el mercado.

Señala que prácticas como bloques reservados para nuevos entrantes o topes de espectro muy restrictivos pueden desincentivar la participación en concursos de espectro y obstaculizar el desarrollo de nuevas redes.